“Mi mayor sueño es ser chofer”

Por: Sandra Escobar
Crónicas de una periodista novata

La historia de “Meme” un claro ejemplo de la realidad nacional

El reloj marca las 5:00 de la mañana, el día ya empezó para “Meme”. Hace dos años trabaja en un auto hotel de la Costa Sur. Su rutina empieza con la limpieza de las habitaciones, hay que dejarlas relucientes y agradables, los clientes así lo demandan.

Lavar la ropa, preparar el desayuno; los clientes empiezan a llegar. Un auto rojo, de vidrios polarizados, presuroso se parquea frente a la habitación, Meme inmediatamente corre la cortina y aguarda en espera del pago. ¿Cuánto es vos?... Q.50 las tres horas contesta, mientras recibe un billete de Q.100. Anoche llegó el patrón y se llevó todo el sencillo, hay que salir corriendo a la tienda de la esquina, en tanto, el cliente, enfurecido, entra a la habitación.

“El trabajo aquí es duro” dice Meme, con una sonrisa en su rostro, para entonces, el reloj marca las doce del medio día, en ese momento, un carro blanco entra, es el patrón, viene a traerlo para ir a acarrear agua, hace días que no llega del servicio público y el auto hotel no puede estar sin agua. Aunque llenar el furgón de agua no es tarea fácil, para Meme, manejarlo es un sueño, otro mundo, uno donde se siente realizado. Nació en Génova, municipio de Quetzaltenango, nunca fue a la escuela; por eso, cuando sacó su cédula no firmó, solo puso la huella de su dedo. Desde niño, su mayor sueño ha sido ser chofer, ahora, a sus veinte años, no descansará hasta lograrlo.
El patrón le prometió sacar su licencia de conducir, así que desde hace quince días, todas las tardes, se sienta en una vieja mesa del auto hotel y en un cuaderno usado, practica su firma; le dijeron que si no puede firmar no le darán su licencia.

La tarde esta por caer, hoy es cinco de junio, pero para Meme eso no importa, desde el treinta espera su pago, el patrón dice que las ventas bajaron por las lluvias, debe tener paciencia. Los Q800.00 que gana al mes tendrán que alcanzar para ayudar a su familia, comer a diario y, muy de vez en cuando, salir a buscar una novia; las patojas del pueblo no le hacen caso, dicen que no sabe leer y no tiene nada. Algunas veces, a escondidas, cuando el patrón lo manda a hacer alguna diligencia en el carro, pasa manejando frente a la patoja que le gusta “talvez así me hace caso” dice, “cuando voy en bicicleta ni me mira”. No tiene nada, eso dicen todos, lo que no saben es que tiene SUEÑOS. ¿Cuántas historias como la de Meme habrá en nuestro país?